Copa en 1970. En ella, los barcelonistas protestaron un penalti concedido por el colegiado Emilio Carlos Guruceta a favor de los madrileños tras una falta producida fuera del área. En las contiendas deportivas, los encuentros disputados entre ambos equipos en siguieron teniendo un predominio blanco, dejando en la historia una nueva polémica arbitral correspondiente a la final de Copa disputada en el Nuevo Estadio de Chamartín en 1968. Durante el mismo, «los blancos» reclamaron dos claros penaltis no concedidos por el colegiado Antonio Rigo, camisetas del barça hecho que propició el lanzamiento de botellas desde la grada quedando desde entonces recordada como «la final de las botellas».