Más que nadie, el capitán de larga data Conny Heidkamp, había hecho todo lo posible para mantener a los jugadores juntos durante los días más negros de la guerra. Durante la visita que los astronautas efectuaron a Buenos Aires en noviembre de ese año, Rodríguez fue invitado a participar en una recepción en la embajada estadounidense, encabezada por el diplomático John Davis Lodge. Sus pares de la directiva aceptaron la propuesta y los tres fueron registrados como socios: Aldrin con el número 80.399, Armstrong con el 80.400 y Collins con el 80.401. Los carnés con sus fotos oficiales suministradas por la embajada estadounidense en Buenos Aires fueron enviados a Estados Unidos junto con equipos deportivos para los niños de los astronautas y banderines del club.