La primera peña del F. C. Barcelona legalmente constituida llevaba el nombre del bar Solera, donde fue creada en 1944 bajo el impulso del exjugador José Samitier, junto con los entonces jóvenes Antoni Ramallets, Mariano Martín, César Rodríguez y Gustavo Biosca, que posteriormente defenderían la camiseta del primer equipo azulgrana. Había buena sintonía, se había alcanzado un acuerdo para que Leo siguiera vinculado al Barcelona los próximos cinco años, pero no había manera de encajarlo en la realidad actual de las cuentas del Barcelona.